domingo, 18 de diciembre de 2011

Relato inédito VII: Consuelo... y la permanencia.







En las últimas semanas en las que se ha encendido la mecha de las controversias pre-electorales, en las cuales cualquier evento (o accidente) es susceptible de convertirse en tender topic, he recordado -por alguna u otra razón- el único libro de Carlos Fuentes que he leído y que, sin presumirlo como parte de la tríada literaria que ha impactado a quien escribe esta entrada, considero que representa un lugar importante en mi formación (y en la repisa). Se trata de Aura -no daré más preámbulos, solamente subrayo, esta obra motivó una profunda reflexión en torno a la distancia importante que conservo con la literatura (que aun no he logrado equilibrar, gracias a la bibliografía propia del quehacer urbano-arquitectónico). Los diminutos párrafos siguientes son apenas una pequeña muestra (y no dejan de ser un simple divagar) de lo que sembró aquella lectura.*


¿Quién es Consuelo? ¿Quién el general? ¿Es Aura la eterna juventud de la anciana, o al menos la esperanza de permanecer en este mundo? Si no existiera Aura, no existiera esa cocina, la silla, la escalera. Pareciera que sólo Aura le da vida a esos objetos, es ella quien le da ánimos a Felipe de hacer perdurables esos ojos, de hacer infatigable esa mirada, Felipe registra pues cada instante glorioso, cada acontecimiento célebre. Dos dicotomías tan frágiles: la juventud, la vejez. La vejez es inmune a los ojos de Felipe y la vejez de Consuelo el lastre más duro que aquel de resistir. 

Los objetos, que quedan como testigos silenciosos del tiempo, nos ayudan a resistirnos a la idea de que envejecemos. Los objetos, las viejas habitaciones, los añejos rincones de nuestras ciudades, nos instigan muchas veces a asumir el papel de Consuelo; como Consuelo, es aquella ciudad que en sus edificios, en sus tradiciones, en sus calles y demás manifestaciones se resiste a la ausencia, a la vejez, a la muerte. Cada vacío urbano es pues, como otra Consuelo que ha errado en su intento de permanencia.


*Una versión más extensa de este texto fue preparado para la clase "Arquitectura, arte y sociedad", impartida por el Arq. Felipe Leal dentro del programa de Maestría en Arquitectura, en la Facultad de Arquitectura de la UNAM. México, D.F., septiembre de 2006.


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