La noción de que la arquitectura se aprende solamente en el taller, el restirador o in situ -cuando la obra está en pleno proceso de edificación- ha sido históricamente tema de constantes debates; es sintomático que en las escuelas de diseño los alumnos privilegien la dedicación a las horas en el taller o el laboratorio que a las horas en el aula, espacio en el cual -dicho quizá de modo idealista- las teorías se comparten y discuten, incluso muchas veces se construyen. De este modo, la incorporación de estrategias y técnicas didácticas que coadyuven en la tarea de acercar a los futuros arquitectos a la literatura, que los pensadores y críticos de nuestra disciplina han ido conformando, resulta algo imperante.
Constantes y muy diversos han sido los esfuerzos que la docencia en México hace para que en un país con alrededor de 180 escuelas de arquitectura se logre el proceso enseñanza-aprendizaje transgrediendo los muros del aula;[1] son grupos de corte institucional como la ASINEA (Asociación de Instituciones de Enseñanza de la Arquitectura de la República Mexicana, A.C.) las que, a través de la organización de seminarios de alumnos procuran atender este reto. Por otra parte, de un modo un tanto pasivo -las jóvenes generaciones son espectadores de una serie de presentaciones magistrales- grupos caracterizados por emerger (en su mayoría) de instituciones académicas de la iniciativa privada ofrecen congresos anual o semestralmente cuya trascendencia es nacional.[2]
Hoy en día, el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, en el contexto creciente de la educación abierta, representa una gran oportunidad para ampliar la cobertura de muchas instituciones de educación superior, al mismo tiempo que pone al alcance de la academia herramientas cada vez más congruentes con los modelos educativos basados en competencias. En este sentido, ¿cómo habrá de forjarse la brecha para la docencia de la arquitectura? ¿Cómo -en particular- para los contenidos de asignaturas teóricas?
De la contingencia a lo habitual.
Las intenciones de migrar un curso de teoría de la arquitectura, Análisis y concepto arquitectónico (para ser más puntuales), de una modalidad plenamente presencial a una modalidad a distancia se dio por una desafortunada circunstancia: el severo daño que padecieron las instalaciones de la Facultad de Arquitectura y Diseño tras el fuerte sismo que vivió la ciudad de Mexicali el 4 de abril de 2010, obligó a que muchos docentes optáramos por el uso de la plataforma institucional Blackboard y que de este forma cubriéramos las unidades que aun faltaban por impartir. La facilidad de acceso, la oportuna ayuda del Centro de Educación Abierta (CEA) de la UABC y un poco de experiencia en el manejo de algunas herramientas fueron las fortalezas para llevar a buen término el semestre. No obstante, la improvisación en el diseño de algunas estrategias o técnicas compatibles con esta modalidad y que fueran capaces de atender a los propósitos de la asignatura fue la más cruda debilidad.
Los meses siguientes al suceso fueron estabilizándose, el ánimo transmitido por un curso de didáctica del diseño -ofrecido a la planta docente de la Facultad- conjugado con la renuencia a usar la plataforma manifestada por la mayoría de los alumnos,[3] fueron el pretexto para evadir la triste opción de dar cátedra en los jardines del campus y, al mismo tiempo, el motor para convertir el curso: Análisis y concepto arquitectónico se ofrecería en una modalidad semipresencial, intentando conformar un espacio atractivo y constituyéndolo como herramienta clave para que los alumnos logren la acreditación de algunas metas fundamentales de la asignatura.
Los criterios de mediación (ubicados en el contexto de la Experiencia del Aprendizaje Mediado), enunciados así por Reuven Feuerstein y compartidos en el curso de didáctica del diseño ya mencionado, trascendieron en el devenir de este curso, particularmente el criterio de intencionalidad, el de trascendencia y el de significado.[4] Las estrategias con las cuales se hizo el primer ejercicio de migración del curso fueron la exposición, el seminario y la técnica de preguntas (entonces no conocidas en plena conciencia como tales). Para la exposición se recurrió a la inserción de videos obtenidos de youtube en el sitio del curso en la plataforma Blackboard, se buscó que lo expuesto en estos videos fuera clave para la entrega de una tarea determinada; para el seminario, aunque se desarrollaron las sesiones de exposición de temas por parte de los alumnos en un espacio físico, para el seguimiento y las revisiones del trabajo previo nos apoyamos en los foros que la plataforma permite crear, al mismo tiempo que el uso de las redes sociales y de la aplicación para videollamadas Skype. Sobre la marcha se diseñaron algunos sondeos y otros elementos disponibles en el espacio Evaluaciones.
Esta práctica ha ayudado a la actual mejora y transcripción de la carta descriptiva al esquema de diseño instruccional que el CEA pone a disposición de los docentes que hacen uso de la plataforma con el fin de diseñar formalmente un curso con esta herramienta. Asimismo, los cursos del programa de formación docente han sido partícipes de las intenciones de mejora continua. Aun hay mucho por experimentar en el ámbito de las TICC, tal como en el ejercicio de la docencia, la actitud dinámica y el espíritu de vanguardia son esenciales para un trabajo asertivo.
[1] Italia es el único país con una matrícula de estudiantes de arquitectura mayor que México, no obstante éste último es el que cuenta con más escuelas en el mundo. En Suiza, país en el cual recientemente han egresado de los programas educativos de arquitectura las figuras más sobresalientes del panorama internacional cuenta actualmente con tres escuelas. Dato tomado de: Fernández Félix, S. (Productora Ejecutiva). (2010, Oct. 11 ). Discutamos México: Arquitectura. [Television broadcast]. México, D.F.: Canal Once.
[2] En dichos eventos la constante es contar con un escenario por el que desfila el mainstream de la arquitectura internacional, quienes exhiben sus propias obras y desdeñan el espíritu de la discusión,
[4] Cuando se habla del criterio de intencionalidad se refiere a que en la mediación se trasmiten valores porque existe una intencionalidad clara al enseñar o trasmitir algo; en el de trascendencia no se refiere sólo a una generalización en otras áreas, sino que cada situación producida en una intervención sirva para otras situaciones; y finalmente el de significado consiste en dar sentido a los contenidos y a las alternativas pedagógicas, véase Varas, M. E. En Mediación. Recuperado: Enero. 18, 2011, de: http://www.rmm.cl/index_sub.php?id_contenido=9392&
* El presente texto fue presentado como una de las metas en el curso Estretegias didácticas apoyadas en TICCs impartido a través de la plataforma Blackboard por Yessica Espinosa, Felix Lizalde y Eduardo Perezchica del Centro de Educación Abierta de la UABC, esta asignatura formó parte del Programa Flexible de Formación y Desarrollo Docente en el periodo 2010-2.
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