miércoles, 7 de septiembre de 2011

La nostalgia del concurso.


Nota de prensa. La Crónica. Mexicali, Domingo 23 de abril de 2000.

Hace poco más de 11 años un grupo de alumnos de la UABC en Mexicali tuvieron la iniciativa de convocar a la comunidad estudiantil de la entonces Facultad de Arquitectura a participar en un concurso para proponer un refugio itinerante para indigentes, una suerte de hábitat nomádico para los llamados homeless. Aquel concurso se dio en el marco de la XXI Semana de Arquitectura de la UABC, en los primeros días de mayo de 2000.

Más que una vivienda específica, una casa, la ideal del asilo para el indigente es un refugio inmediato, algo que pueda llevar consigo y le asegure el dormir protegido: un caracol. Un asilo emergente que utilice a cualquier hora y no le quite la riqueza de vivir como errante.

En el jurado dicho certamen se contó con la presencia de figuras tales como Marcos Ramírez "Erre", Larry Herzog y Jesse Lerner, quienes deliberaron tras observar y discutir en torno a decenas de propuestas.

Ante el encuentro de aquella nota de prensa publicada por el diario La Crónica y reproducida en este post, es prudente cuestionarse algunas cosas que recientemente me han venido llegando entre pasillos... Además de depositar sus energías en la organización de fiestas, de actividades que sirven como válvula de escape para disipar ya sea el estrés escolar o el abrumador quehacer cotidiano, ¿Qué actividades realizan las sociedades de alumnos para motivar la sana competencia? ¿Quienes han visitado nuestra casa de estudios para romper paradigmas y avivar conciencias? ¿Qué motores han servido para que se viva auténticamente el diseño más allá de aquello que acontece en aulas y talleres?


Estos últimos meses he visto muchas lonas... y se han multiplicado mis dudas.


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